Anonimo
Desde pequeña, siempre tuve sueños grandes, pero también muchos miedos que me hacían dudar de mi capacidad. A los 25 años decidí que ya no podía seguir esperando que las cosas cambiaran, así que comencé a estudiar diseño gráfico mientras trabajaba a medio tiempo. Fue un desafío, pero con el tiempo logré conseguir mis primeros proyectos freelance, y poco a poco, mi trabajo comenzó a ser reconocido. Hoy tengo mi propio estudio de diseño, y sé que la superación no está en la ausencia de obstáculos, sino en la fuerza de seguir adelante a pesar de ellos.